Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Villares

El pequeño mercado local y las tiendas del pueblo ofrecen productos frescos de temporada, dulces caseros y objetos artesanales. Pasear por el pueblo es disfrutar de su ritmo pausado, su gente amable y su esencia auténtica.

Desde Navaluenga puedes visitar fácilmente pueblos con encanto como El Barraco, Cebreros (y su Museo Adolfo Suárez), El Tiemblo (y el impresionante Castañar), o subir hasta la Sierra de Gredos para explorar Hoyos del Espino o la Plataforma. Todos ellos a menos de una...

A pocos kilómetros, este embalse rodeado de montañas es perfecto para un picnic o un paseo junto al agua. También es ideal para deportes acuáticos, como piragüismo, vela o paddle surf. Sus orillas son tranquilas y familiares.

Uno de los grandes tesoros de Navaluenga es su paisaje agrícola. Pasea entre cultivos tradicionales, especialmente en verano y otoño, cuando los frutales están en su máximo esplendor. Los melocotones de Navaluenga son famosos en toda la comarca.

A solo unos minutos en coche, esta reserva protegida alberga una de las colonias más importantes de buitre negro de Europa. Hay rutas señalizadas, miradores y zonas de observación. En otoño, los colores del bosque son un espectáculo.

Área recreativa en plena naturaleza con zonas de picnic, parque infantil y acceso directo al bosque. Desde aquí salen varias rutas de senderismo, y es también donde se encuentra el parque de aventuras con tirolinas.

Uno de los puntos panorámicos más espectaculares de la zona. Desde aquí podrás contemplar Navaluenga, el cauce del Alberche y buena parte de la Sierra de Gredos. Al amanecer o al atardecer, el paisaje se vuelve mágico.

Desde el casco urbano puedes seguir el río Alberche por un cuidado paseo fluvial entre árboles, bancos y merenderos. Ideal para una caminata tranquila. La senda de las fuentes es una ruta corta y sencilla que te llevará a descubrir antiguos pilones, fuentes naturales...

En la parte alta del pueblo, rodeada de cipreses, la ermita es un lugar ideal para una caminata al atardecer. Desde allí, las vistas sobre el valle y las montañas son espectaculares. El calvario que la acompaña recorre un bonito viacrucis en piedra.

Es el icono del pueblo. Este puente medieval del siglo XVI, con sus arcos de piedra perfectamente conservados, cruza el río Alberche y conecta con las famosas piscinas naturales. En verano, es un punto de encuentro ideal para refrescarse y disfrutar del paisaje. En...